La jornada laboral de Ana Belén Macías depende del viento. Si hay Levante, podrádedicarse a la tareas cotidianas del Centro de Primera asistencia de Cruz Roja de Tarifa. Pero, si sopla Poniente, las alarmas se disparan. El mar en calma es sinónimo de la llegada masiva de pateras desde el otro lado del Estrecho y hay que estar preparado para actuar.
las mafias que se dedican al tráfico de personas, un negocio que mueve cada año unos 7.000 millones de dólares. Esta cifra supera a la del tráfico de drogas, según han denunciado Cruz Roja y la Media Luna Roja, durante su Conferencia Regional en Berlín. Se calcula que en todo el mundo hay entre 20 y 40 millones de inmigrantes ilegales, de los cuales tres millones viven en Europa occidental.
Atención inmediata
Hipotermia, quemaduras y traumatismos diversos son las secuelas más comunes de su incierto viaje hacia un futuro mejor. Una travesía en la que han invertido todos sus ahorros y esperanzas. Nada más poner los pies en suelo español, los inmigrantes son sometidos a un triaje, un examen general para valorar su estado. Si no necesitan hospitalización, son trasladados a la Isla de las Palomas. En este antiguo cuartel militar convertido ahora en centro de acogida se les practica un reconocimiento más exhaustivo y se procede a efectuar las curas pertinentes.
Independientemente de su buena o mala suerte, estos hombres y mujeres han tenido que pagar un alto precio para poder arriesgar su vida en el Mediterráneo. Ana Belén y sus compañeros han atendido a inmigrantes que intentaban instalarse en España por tercera o cuarta vez y han sido detenidos. Ellos saben que, en cuanto reunan el dinero necesario, lo volverán a intentar, porque cuando no se tiene nada, no hay nada que perder.
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